La industria de los videojuegos está viviendo una fase de reestructuración profunda para conseguir adaptarse a los nuevos hábitos de consumo de los usuarios que ya no compran los videojuegos en las tiendas, ni los utilizan en sus videoconsolas, sino que juegan en sus dispositivos móviles y adquieren el software en las tiendas virtuales de sus smartphones.
En ese sentido los gurús de la industria están apostando por productos de calidad con una elevada carga de actualizaciones que permitan a los usuarios seguir jugando durante largo tiempo.
Para ello, y en la búsqueda permanente de la rentabilidad y monetización de la inversión realizada, estas aplicaciones de software permiten al usuario adquirir ventajas en el juego con pequeños micropagos, lo suficientemente atractivos como para que compense el realizarlos y seguir disfrutando del videojuego. Una rentabilidad que también se está intentando conseguir a través de la publicidad insertada en los propios videojuegos, un camino todavía incipiente pero que ya empieza a dar buenos resultados.
En este sentido, los desarrolladores de videojuegos siguen apostando por el iPhone como dispositivo más apto para dar cabida a sus proyectos más creativos, aunque no descartan el crecimiento inmediato del Android, a medida que la Android Market acorta distancias con la App Store.
Por otro lado, el sector también se encuentra en plena discusión sobre el efecto que tendrán los videojuegos para dispositivos móviles y tabletas sobre la creatividad del sector.
Estos dispositivos requieren videojuegos más simples en su trama, desarrollo y modo de juego que los que se pueden ofrecer para las consolas tradicionales. Aunque, en opinión de Hideo Koyima, responsable de la saga ‘Metal Gear’, “ambos juegos pueden coexistir”, y de hecho acabarán coexistiendo.
En definitiva, el modo en el que los usuarios se acercan a los videojuegos ha cambiado y las industrias del sector están buscando fórmulas que les permitan satisfacer estas nuevas necesidades.