Es evidente que los videojuegos han trascendido las fronteras del ocio para adolescentes, y se han convertido en una industria de ocio para todos los segmentos de población, lo cuál ha incrementado su facturación de manera exponencial (más que música y cine juntos) y creado una ingente demanda de profesionales especializados, y, por tanto, de formación superior adecuada para ellos.
Por ello, en España país ya hay unos veinte programas de formación superior, impartidos por entidades tan prestigiosas como la Universidad Politécnica de Cataluña o la Rey Juan Carlos, que ofrecen un Máster, o la ESNE o la U-TAD, que ofrecen grados oficiales.
La gran mayoría de los alumnos de estos programas son ingenieros informáticos que quieren orientar su carrera hacia este segmento de su área de formación, para aprovechar la creciente oferta de puestos de trabajo en el sector e iniciar una fructífera carrera profesional.
En España hay empresas dedicadas a la industria del videojuego de gran prestigio internacional, a pesar de que los videojuegos desarrollados por ellas apenas lleguen al 1% del total de la industria a nivel internacional. Empresas como FX Interactive, Virtual Toys, Digital Legends o Novarama, ofrecen una visión creativa a esta industria, altamente competitiva.
Ello hace que muchos de los estudiantes formados en estos programas acaben trabajando en el extranjero, en empresas de mayor potencial, que les pueden ofrecer la posibilidad de participar en las grandes producciones, las triples A, aunque cada vez hay mayor interés en colaborar en pequeños proyectos destinados a la empresa emergente de los dispositivos móviles.
En definitiva, la industria de los videojuegos ocupa ya un lugar preferencial en las decisiones de ocio de los ciudadanos, por lo que la formación de los que en ella trabajan debe de estar acorde con esta creciente importancia, para lo que los programas de formación superior, impartidos en la Universidad, seguirán incrementándose con los años.