Uno de los juegos que más éxito ha tenido en la historia de los videojuegos dentro del gran público es Pacman. Este popular videojuego arcade fue creado por el diseñador de videojuegos japonés Toru Iwatani de la empresa Namco en 1980. Tal fue su popularidad que logró batir el Record Guiness de máquinas vendidas, entre 1981 y 1987, superando al mítico Space Invaders.
En este juego clásico controlamos a una forma muy simple; se trata de un pequeño círculo amarillo con una abertura, equivalente a un sector, que representa una boca. El objetivo de este juego es comer todos los puntos que se encuentran dispersos dentro de un laberinto. Cuando hayamos terminado con el último de ellos será cuando pasemos al siguiente nivel. Los enemigos en este videojuego son un grupo de fantasmas que perseguirán a nuestro protagonista por todo el laberinto tratando de evitar que pueda comer todos los puntos.
Para que estos fantasmas no atrapen a Pacman, deberemos prestar atención a sus rutas para no ser interceptados y también sortear los diferentes obstáculos que encontraremos en cada nivel. También, dispondremos en cada pantalla, de una serie de puntos más grandes y que parpadearán, de tal forma que al comerlos Pacman se volverá indestructible durante un tiempo, lo que permitirá que se pueda comer a los fantasmas que lo acechan. Una vez que se los haya comido, los fantasmas volverán a regenerarse en una caja ubicada en la zona central del laberinto, pudiendo volver a perseguirnos pasados unos segundos.
Además de comernos todos los puntos del laberinto, deberemos estar atentos ya que en dos ocasiones, a lo largo del curso de cada pantalla, aparecerán objetos que nos proporcionarán mayor puntuación y que estarán situados debajo de la “casa” de los fantasmas.
Pacman se ha convertido en un título imprescindible dentro de la historia de los videojuegos y actualmente sigue generando nuevas secuelas para las videoconsolas más populares, incluyendo a su principal protagonista en una versión “más humanizada”.